Si pensabas que en la Rioja solo se hace buen vino
¡cometes un craso error!
Aquí tienes una cerveza frutal,especiada y compleja.
Tómatela sin prisas, te lo mereces tú y la cerveza
Suele opinarse de manera popular que “segundas partes nunca
fueron buenas”, hecho que en esta ocasión no es así. Hace ya muchos meses
deguste otra de las referencias de Mateo y Bernabe que me decepciono ligeramente,
así que por una parte no me sentía muy atraído por esta cervecera. Pero por
otra, las piezas del puzzle de esa primera cerveza que cate no encajaban, no
puede ser que hagan algo así. Así que la mejor manera de salir de dudas es volver
a la estantería y pecar.
Y bendito pecado, y bendita segunda oportunidad, esta
Santiago es melosa, dulzona sin pasarse, un pelín picante, poco amarga, afrutada
y muy especiada, que diría una nota de cata. Benditas notas de cata.
Vas a beber una cerveza ámbar rojiza que en boca es aterciopelada, melosita
y con un punto picante. Y, conforme los aromas se cuelan hacia la nariz descubrirás
la fruta, y las especias, canela, pimienta verde, nuez moscada y mucho más.
Es la sensación de estar comiendo esa macedonia que
impregnada con alcohol, estaba llena de frutas carnosas y había sido aderezada
en un alarde de genialidad culinaria con multitud de especias para hacerla de
otra forma y convertirla en una receta de “día de fiesta”.
Te va a dejar el cogote lleno de aromas, al igual que de
pequeño ese pariente cómplice te daba un par de cucharadas de macedonia y la
tomabas como un néctar prohibido.
Quizás me he pasado, benditas exageraciones. Pero es un recuerdo que te vendrá a la cabeza
tras apurarla. Un poco menos fría de lo habitual y acompañando a cerdo de los
que saben a cerdo, ni gorrín, ni cerda, cerdo con sabor o, con cordero ya
entrado en años tiene que ser todo un placer.
Señores de Mateo y Bernabe, cuando ustedes lo deseen pueden
bien despachar una caja para la vieja Iruña a la atención de “el perolas” o me llaman
para que me pase por su cervecera que me encantaría saber que le hacen al
cereal y que lúpulos usan. O ambas. Que, quien no llora no mama suele decirse.
Sigue gozando del verano que queda y mucho.
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