24 de marzo de 2015

CRÓNICA #GASTROCULTUR SACHA HORMAECHEA EN LA COCINA DE ALEX MUGICA


El pasado martes 17, celebramos en la cocina de Alex Mugica, el segundo de los eventos de esta segunda edición de las jornadas #gastrocultur.

Este año el formato es el que hace años estaba muy en voga en la realización de eventos gastronómicos. Una demo. Por un día el restaurante la cocina de Alex Mugica se convierte en el restaurante del cocinero invitado.

Puede parecer sencillo pero no lo es tanto. Todo el personal del restaurante se adapta a lo que ese día se quiera contar, a los tempos, discurso gastronómico y forma de hacer del invitado. Desde aquí un gracias a todo el equipo del restaurante que en todos los eventos demuestra una profesionalidad impecable.

El martes acudía a #gastrocultur Sacha Hormaechea, polifacético personaje y sabio de los fogones, que nos trajo un menú basado en productos de ida y vuelta acompañado de cervezas ambar.

Fue una noche en la que descubrimos un Sacha distendido, cómodo y disfrutando de la cocina. "Sino uno no se lo pasa bien en la cocina el comensal tampoco" fue la máxima de esa noche. Una noche en la que el sabor fue el protagonista, en el que los platos fueron sabrosos, muy sabrosos.

Platos que cuando se contaba de que constaban, descubrías que encerraban mucha sabiduría. Una noche informal, con un punto canalla y muy sabrosa.






Buen ambiente en cocina, muy bueno. Y toda la maquinaria en marcha.








Cervezas para degustar al comienzo, pale ale, de trigo y roja de cervezas ambar que nos acompañaron a lo largo de toda la cena. Y aperitivo de dos pinchos con la calidad que nos tiene acostumbrado la cocina de Alex Mugica.





Cervezas ambar dispuso de un pequeño stand con las maltas, lúpulos y fichas de cata de las cervezas de esa noche, para quien gustase pudiese informarse.






La sala preparada para recibir a todos los participantes.








Instrucciones finales antes de comenzar.






Sacha en acción explicando los platos que ibamos a degustar a continuación.







Ostra escabechada, ligeramente plancheada. Sabor a mar sin predominar el escabeche. Compensada.





Sardina con ajoblanco. El ajoblanco delicioso, con una textura levemente granulosa de la almendra y, la sardina de una calidad excepcional. Platazo.






Cigala chile. Picante justo y progresivo sin matar el sabor de la cigala. Un plato canalla que pedía mancharse las manos para poder degustarlo.






No hay foto de las carrilleras de cordero con brotes, de una potencia en especias deliciosa. Un plato de recordar. No falto un intocable de la cocina de Sacha la falsa lasaña de txangurro.





Tartar caliente. La carne tratada en caliente acompañada de la salsa que suele aliñar los steak tartar, un plato memorable. Una forma muy especial de comer carne. Como en todos los platos un producto excepcional.







Blanco y negro para cerrar. Refrescante cierre.






Y como no podía ser la foto de familia que ya se ha convertido en toda una tradición.












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