9 de diciembre de 2015

LUR 2009. BODEGA CONJURO DEL CIEGO.



¿Se puede meter la sinceridad en una botella?





Lur, tierra. Uno de los cuatro elementos fundamentales de la naturaleza señalados por los clásicos. Primer fogonazo que viene a la mente.

Un vino riojano de uva tempranillo. Seguro que es un vino redondo, tranquilo, blandito, fácil de beber como muchos Riojas. Segundo fogonazo que se dispara de nuevo.

Añada del 2009, han pasado 5 cosechas, me temo que pueda estar apagado. Tercer fogonazo que te asalta.

Y cortas la capsula, gruesa, sin plástico, elegante. Y ves la etiqueta, con relieves de braille. Y sacas el corcho serigrafiado en su totalidad con las tres letras del nombre del vino, "LUR". Y lo viertes en la copa, limpio, brillante, con un color cereza, ribetes con tonos de cuero y una lágrima muy pronunciada.

Y los fogonazos iniciales se van diluyendo. Y las moras, los frutos rojos, el clavo, la manzana y la ciruela invaden la nariz. Y un paso ligero de astringencia moderada y tanino rápido te devuelve manzanas en compota. Y se despliegan vainillas, cueros y cedro.

Y miras la etiqueta. Y lees sobre el vino. Un vino de autor dicen. Mejor dicho, un vino hecho por el bodeguero, para él y su disfrute. Y para el disfrute de quienes lo compren. Demostrando que los complejos en el vino, los justos. Que no sirven de nada.

Y contando que dentro de una botella se puede meter incluso la sinceridad.






Escrito por EL PEROLAS
Me gusta comer bien, beber mejor, disfrutar de una buena conversación sobre gastronomía, cocinar y, gozar del trabajo de un sinfín de profesionales que con su esfuerzo, ilusión, empeño, sinceridad y saber hacer crean el segundo de los mejores placeres que podemos disfrutar.
Intento, con la ayuda de muchos, contar "tal cual" sin trampatojos, acritud ni prejuicios, el OFICIO de todas esas PERSONAS.Espero hacer muchos amigos por el camino, que comience el espectáculo.




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