28 de marzo de 2014

CON SU PERMISO, ME LO PIENSO PASAR TETA.

Antes de comenzar con las entradas de los locales y establecimientos que pueda visitar a lo largo de esta semana del pincho de Navarra 2014 de la que me voy a ser jurado finalista gracias a la asociación Navarra de hostelería, me voy a tomar una licencia para hacer una pequeña reseña, un pensamiento en voz alta. Los que me conocéis, sabéis que soy de Pamplona, de los de siempre. Con familia fundadora de una peña sanferminera y participante en todas esas cosas tradicionales de esta vieja ciudad. Cosas que no vienen al caso, pero que son fundamentales. Fundamentales porque poder ser jurado finalista de un evento tan popular como la semana del pincho al mendas, al perolas, le llega muy hondo.

Tengo que agradecer la confianza depositada y, saber todos que pondré todo de mi parte para cumplir con creces las expectativas que pueda haber. Es todo un honor y responsabilidad que recordare durante muchos años, me siento todo un privilegiado. ¡Lo siguiente tirar el chupinazo!

Soy padre, profesor, ingeniero y gastrónomo apasionado. Creo que la gastronomía debe vivirse como un pasión. Ver brillar los ojos de un cocinero ante un plato, un servicio de sala vibrando como una orquesta en un pase o un comensal interpelado por todo ello es algo que no puede explicarse, debe vivirse. Y eso es lo que pretende este loco por la gastronomía, que se viva.

Llevo metido en la cocina desde pequeñito y, en cuanto puedo me gusta visitar sitios nuevos, probar vinos y cervezas que salen al mercado, charlar animadamente de cocina, proponer eventos diferentes, cuestionar lo establecido, o mezclar sabores nuevos. Mis lecturas han tirado por la gastronomía más de lo que debería y  la premisa inicial del respeto hacia todos lo profesionales, desde quien limpia los baños de un local, hasta el gran chef del más afamado restaurante que ha hecho posible ese plato, ese vino o ese momento que nos haga disfrutar con el segundo mejor de los placeres, es un valor incuestionable.

Me gusta desde mi pocos medios, dar un poquito de voz, bombo y platillo a profesionales que sin estar en el mass media del mundo gastronómico se esfuerzan día a día por poder pagar las nóminas y hacer lo que les gusta, con unos horarios criminales, con mucha crítica, con pocos halagos, en el controvertido mundo de la gastronomía.

Así, con respeto, disfrute e independencia, y el rigor que mejor pueda desplegar pienso enfrentarme a este reto, que esta magnificado en sentimientos al ser oriundo de la capital que lo organiza. Porque oigan "joder que bien se esta en esta capital, pequeña y apañada pero pa que quieres más". Así que este año con el permiso de todos ustedes, voy a disfrutar como un niño de esta semana del pincho. O como se dice por la vieja Iruña, pienso pasármelo "teta", así que todos a la calle a gozar. Y gracias que no se si las he dado.


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